Almonte recupera la Saca de las Yeguas

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La ancestral tradición de la Saca de las Yeguas de Almonte volverá a celebrarse gracias a las concienzudas gestiones realizadas por la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Marismeño, cuyos responsables llevan meses trabajando para alcanzar los acuerdos necesarios con las administraciones competentes que permitan la reubicación de las cabezas de ganado caballar de pura raza marismeña que pastaban en la Marisma Gallega de Hinojos, espacio que debían abandonar en virtud de la Ordenanza Municipal emitida por su Consistorio en 2010.



Por lo que las 400 cabezas de ganado de la Asociación de Criadores de Ganado Marismeño han permanecido durante ocho años en un limbo administrativo que el año pasado acabó con la suspensión, por primera vez desde 1504, de la tradicional Saca de las Yeguas.




En este 2018, y tal como se acordó ayer en la Asamblea General de la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Marismeño, Almonte retomará la tradición y las yeguas volverán a salir de las marismas del Espacio Natural de Doñana para transitar hasta Almonte, previo paso por El Rocío, dejando estampas de singular belleza.


El acuerdo que ha posibilitado la resolución del conflicto pasa por trasladar la mayor parte de los équidos que pastaban en Hinojos, en virtud de las fructíferas negociaciones desarrolladas por la actual Junta de Gobierno de la Asociación con la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y el Espacio Natural del Donaña. Una parte residual de las yeguas permanecerá, no obstante, en la Marisma Gallega de Hinojos, gracias a los acuerdos alcanzados con su Ayuntamiento.




Por su parte, el Ayuntamiento de Almonte por acuerdo unánime del Pleno, ha puesto a disposición de la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Marismeño de forma gratuita la finca Ruedos Marismas del Rocío, conocida como la Madre, así como la zona conocida como Arroyo del Partido, eso servirá para garantizar la pervivencia de la Yegua y La vaca marismeña en Doñana.



“Estamos muy satisfechos por como se han desarrollado las negociaciones y consideramos que por fin hemos encontrado la sensibilidad necesaria para poder solucionar un problema que estaba enquistado”, analiza el presidente de la asociación, Juan Adolfo Arangüete, “y que amenazaba seriamente no sólo el mantenimiento de uno de nuestros grandes valores culturales, sino también la propia pervivencia de la raza marismeña”.


La naturaleza de estos acuerdos no son cuestión baladí y consiguen superar las barreras de las negociaciones realizadas desde el año 2016, cuando la expulsión de la Marisma Gallega de Hinojos era inminente. La asociación lucha por conseguir espacios que reúnan los requisitos propios del ecosistema que los ejemplares de pura raza marismeña precisan para su cría, reproducción y para mantener los rasgos morfológicos que caracterizan a la raza, cuya conservación es uno de los objetivos y obligaciones primordiales de la institución.